Se ha cumplido ya una semana desde que el pasado domingo día 10 de Febrero la justicia del Estado de Israel reconociese que una pareja de personas del mismo sexo pueden co-adoptar y el mundo continúa sin derrumbarse, las familias no se han extinguido y el sistema público de servicios sociales no ha percibido la presión a la que los someten, siempre según las corrientes más conservadoras del mundo, quienes privan a sus países de la descendencia que les deben. Estoy muy contento pues gays y lesbianas ya podemos asegurar los derechos de nuestras hijas e hijos en Bélgica, Holanda, España, Canadá, Sudáfrica, Suecia, Reino Unido, Andorra, algunos de los estados de EEUU y en Israel. Restan 182 países de los cuales muchos persiguen y castigan a las personas que aman a otras de su mismo género.
Si nos acercamos a la realidad local, en España peligra el contrato legitimado a nivel internacional para las personas gays y lesbianas y la protección de nuestras hijas e hijos, que pueden verse de nuevo con una protección al cincuenta por ciento y en una clara situación de desigualdad.
Si nos acercamos a la realidad local, en España peligra el contrato legitimado a nivel internacional para las personas gays y lesbianas y la protección de nuestras hijas e hijos, que pueden verse de nuevo con una protección al cincuenta por ciento y en una clara situación de desigualdad.
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