Los últimos cuatro días los he pasado visitando algunos de los lugares en los que comenzó mi existencia, sitios que han marcado mi personalidad y han dejado una profunda huella en quienes me rodean y en mi mismo. Madrid, Alcala, Sigüenza, Guadalajara y otros rincones del mundo en los que la vida continúa aunque no siempre sea consciente una vez que de nuevo me encuentro lejos.
Recorrer los lugares en los que viví mi infancia me ha llevado a recordar todo lo vivido y me ha ayudado a recordar una importante lección: TODO EN LA VIDA ES EFÍMERO: LOS ESTADOS DE ÁNIMO, LA PERMANENCIA EN UN LUGAR DETERMINADO Y HASTA LA PROPIA EXISTENCIA.
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