jueves, 6 de marzo de 2008

Jueves amargo.




Nos vamos a dormir hoy tras otra jornada tristemente sangrienta. Los escenarios de las masacres terroristas han sido, como en otras ocasiones, Israel e Irak.


En Bagdad (Irak) dos ataques, uno de ellos en apariencia suicida, han dejado tras de sí 55 personas muertas y 100 con heridas de diversa gravedad. Ambos atentados, con un escaso intervalo de tiempo entre ellos, se han producido en un lugar céntrico y transitado y el segundo ha sorprendido a las personas que se acercaron a ayudar a quienes sufrieron la primera explosión. La guerra de Irak parece prolongarse mucho más de lo que pudieron prever quienes en las Islas Azores decidieron que era el momento de desestabilizar, aún más si cabe, oriente medio.


En Israel, concretamente en Jerusalem, dos hombres se han introducido en una Escuela Talmúdica y han disparado contra los jóvenes estudiantes asesinando al menos a 8 de ellos e hiriendo de diversa gravedad a 35, estos datos no son aún definitivos según la Magen David Adom. Uno de los atacantes disparó 500 ó 600 balas antes de ser tiroteado por las fuerzas del orden. Aún más escandaloso resulta saber que en la ciudad de Gaza una muchedumbre se ha lanzado a las calles para celebrar los asesinatos de los jóvenes. La sinrazón se ha apoderado de quienes deberían condenar un ataque injusto pues tirotear niños y jóvenes indefensos, hacerles sentir terror y asesinarlos no es en ningún caso un acto de guerra.


¿Qué está sucediendo en el mundo?. Parece inexplicable que alguien, en nombre de su D-os o de sus ideales, sea capaz de matar a personas indefensas que no poseen mayor responsabilidad que la de sostener a sus familias o estudiar. El pasado domingo os recomendaba un interesante artículo que hablaba sobre la violencia integrista y los motivos por los que alguien se puede inmolar para acabar con la vida de otras personas y la suya propia, texto que a mí me ha incitado un gran número de reflexiones y que os recomiendo de nuevo. Es posible que desde nuestro contexto, desde la comodidad europea y occidental no seamos capaces de percibir el horror que supone despertarse cada mañana sabiendo que algunos de tus conciudadanos morirán a lo largo de la jornada, que muchas personas se juegan la vida para defender tu integridad y que aquellas personas a las que amas corren peligro.


Oriente medio se ha convertido un día más en el lugar dónde se ha derramado la sangre de inocentes a causa de los delirios integristas de una minoría que navega a la deriva por el océano de la demencia.


Por todas las víctimas del terrorismo, Kaddish.



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