"Tras la tempestad siempre llega la calma" (Es posible también que NO).
Los pasados días hemos vivido un periodo de inestabilidad climatológica, de bajada de temperaturas y de inestabilidad social y política a nivel mundial. Las crisis humanitarias, tales como la vivida en la antigua Birmania (llamada hoy Myanmar), los conflictos bélicos generados por intereses diversos, las hambrunas y todos los problemas que suceden a cientos de miles de kilómetros y, a veces, de metros o centímetros de nosotros parecen envolvernos en una maraña informativa de la que semanalmente tratamos de huir durante el descanso del Sábado y domingo.
En ocasiones no es posible escapar de las desgracias ajenas y del riudo de los intereses creados, que se esconden detrás de algunas informaciones que no siempre carecen de distorsión, y generan opiniones sesgadas, provocando a la vez que dirijamos nuestros recelos hacia aquellos grupos contra los que la mayoría centra su odio y dejamos de lado los auténticos problemas existentes en el mundo y que no aparecen habitualmente en los noticieros (la guerra civil en Somalia por ejemplo).
En todo esto la calma tal vez no suceda a la tempestad pero si que "llueve sobre mojado".
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